Pensó que su bebé había muerto durante el aborto tardío, pero luego sintió “una patada”

Artículo www.lifenews.com traducción y edición libre Sr. Martín Pacheco. Con solamente unos días para organizar el procedimiento, Smith pidió prestado los $25,000 necesarios a sus familiares y se dirigió a la clínica abortista del Dr. Warren Hern, ubicada en Boulder, Colorado. Esta es una de las cuatro clínicas que proveen abortos tardíos en los EE.UU.

Según Smith, su marido y ella tuvieron que vadear a través de los manifestantes y cámaras para entrar en la clínica de Colorado, “la cual parecía a un bunker del ejército” y donde, por razones de seguridad, solo podía tener un libro y un alimento.

Prosigue Smith: “Al contrario de lo que muchos pudieran pensar, el procedimiento fue tranquilo” y empezó con una inyección que detuvo el corazón de su hija, aunque no de inmediato. Pasaron horas desde la inyección, y Smith pensó que Alicia ya había fallecido. “Pero en ese momento sentí una patada”, relata Smith entre lágrimas.

Después que supo que Alice había fallecido – dice Smith que su vientre ya no estaba firme y fuerte, pero más bien pesado y caído – ella fue embargada por un sentimiento de gracia. Dos días después, se indujo el parto y Smith dio a luz a Alice, que pesaba cinco libras y 13 oz. “Ellos la limpiaron y me la trajeron”, dice Smith, le mostraron las minúsculas huellas de los pies y manos de Alice.

Smith, que sufre del trastorno de estrés postraumático, debido a esta pérdida, asiste a dos grupos de apoyo (para mujeres que perdieron un bebé y para aquellas que abortaron) y sirve como mentor para otras mujeres que tuvieron abortos tardíos por razones similares. Ella desearía que las mujeres tuvieran más opciones en tales circunstancias, y lamenta la muerte del abortista Tiller y alabando la valentía de Hern, que ella describe como “todo un ángel que los salvó, a ella y a su hija.”

~ Ananda Rose, describiendo el aborto tardío de Julie Smith, cuya hija tenía anomalías fetales, Pacific Standard, 25 de Agosto 2014.