Artículo original de Lifenews, traduccion y edición libre Sr. Martín Pacheco. En Inglaterra sobrevivió un bebé prematuro que nació a las 23 semanas, abriendo un debate sobre cuando un aborto está permitido por ley en el Reino Unido. Datos de 25 hospitales británicos, recogidos durante los últimos 4 años, muestran que 120 bebés que nacieron a las 23 semanas sobrevivieron, mientras que alrededor de 560 bebés con 23 semanas de gestación fueron abortados en cada uno de esos años, solamente en el Reino Unido.
Una gran cantidad de bebés prematuros que nacen a las 23 semanas ahora sobreviven, pero las leyes en vigor en el Reino Unido (en virtud de la ley de 1967 sobre el aborto) permiten los abortos hasta las 24 semanas para los “bebés normales” (o sea, que están perfectamente saludables) si dos doctores están de acuerdo en que el embarazo representa un riesgo para la salud mental o física de la mujer, y hasta la semana 40 si los doctores creen que hay un alto riesgo de que el bebé sea “discapacitado”, aunque sea por algo tan insignificante como una deformación labial. Esta es la razón de alrededor de 2,700 abortos, cada año.
Pero los grupos próvida quieren que se modifiquen las leyes de aborto para que más bebés estén protegidos. Ellos son ayudados en ese esfuerzo por el nacimiento a las 23 semanas de Lily, una hermosa niña.
Nació a las 23 semanas y pesaba solamente 1 lb 3oz. Según los doctores, Lily tenía solamente 5 por ciento de probabilidad de sobrevivir y aun así, con su cuerpo tan subdesarrollado, Lily tendría problemas a largo plazo y probablemente necesitaría asistencia médica de por vida.
Pero hoy, con cinco años de edad, Lily está sana y lista para empezar la escuela.
Su madre, Gillian Lindsay, de 30 años, nos cuenta: “Viendo a Lily ahora, tan entusiasmada con el empiezo de clases, usted no creería jamás cuan pequeña Lily era al nacer y la batalla que tuvo que enfrentar para vivir…En un momento, los doctores pensaron en desconectar el soporte vital, pero Lily tenía otras ideas…Debo tanto a las matronas, a los doctores y a las enfermeras que se ocuparon de ella.”
Después de su nacimiento en marzo del 2009, la pequeña se quedó durante 101 días en el “Edinburgh Royal Hospital”. Ahora está empezando la escuela en “St. Mary’s Primary School” en Bonnyrigg, cerca de Edimburgo. Su madre dice que hoy, mirando a Lily, no hay casi ninguna señal de las dificultades que Lily tuvo que enfrentar al inicio de su vida.