Artículo original en www.lifesitenews.com traduccion y edición libre Sr.Martin Pacheco www.catolicasmexico.com
Esta es la historia de aborto de una mujer, “Star Tucker”.
Completamente a favor del aborto, ella cambió su punto de vista radicalmente…después de haber tenido un aborto.
“Hay una pasión que nos empuja, nos da el aliento para vivir cada día. Puede ser un trabajo, una criatura, un esposo, una religión,” dice la señora Tucker.
Su pasión: ser defensora de la vida. “Encuentro gozo siendo portavoz de los no-nacidos, aunque sea de la manera más humilde.” No fue siempre así.
“Hubo un tiempo en mi vida cuando no hubieran podido pagarme un millón de dólares para que hiciera honesta y apasionadamente la declaración precedente. Solía estar a favor del aborto. Era yo pro-elección hasta lo más profundo de mi ser y luego, todo cambió…tuve un aborto.”
Prosigue ella contando como inmediatamente se dio cuenta de haber perdido a algo precioso, a su hijo. De ese momento nunca se olvidará y el dolor que ella sufrió, a nadie lo desearía. En ese entonces, ella había enviado sus solicitudes de ingreso a las universidades y estaba ansiosamente esperando las cartas de aceptación. Le pareció que el embarazo arruinaría todos sus esfuerzos.
Entonces, decidió abortar. “Nunca me imaginé que abortar traería tanto dolor.”
“El procedimiento de aborto fue levemente doloroso, pero emocionalmente mortal…Después del aborto estaba sin vida. Me quedé en cama el resto del día. Ningún deseo de levantarme. Ninguna motivación. Nada. ¿Si abortar era la mejor solución, entonces, porqué parecía estar todo tan equivocado?”
Durante mucho tiempo, intentó sofocar el dolor y justificar su aborto; trató de aliviarlo con los vicios del mundo, pero no logró sanar así.
Finalmente, viendo la ecografía de su nieta, entendió por qué abortar fue un error. Sintió su corazón latir. Con mucho arrepentimiento lloró. “Mi mundo se detuvo. En ese momento entendí que la vida en el vientre es, de hecho, vida!”
Con el tiempo, la señora Tucker encontró un “doctor”: Jesucristo. Su aborto la hizo próvida, y el amor de Cristo la curó.
“Durante muchos años me avergoncé de mis errores y me consideré indigna. Mi pecado era grande, pero aun así, Jesús deseaba pacientemente que yo me acercara a Él para que derramara en mi vida gracia y misericordia. Le permití que Él trabajara en mi vida para hacerme la mujer que ideó: una mujer a Su imagen y semejanza.”
Durante su sanación, ella pudo conocer a otras mujeres que también están sanando de sus abortos. “Con frecuencia considero el hecho de que nunca escuché a una madre decir: “Hubiera deseado abortar.” Pero conozco innumerables mujeres que han dicho: “Me arrepiento de mi aborto.”
“Decirle a una mujer que el aborto es la respuesta ‘empoderadora’ a una crisis de embarazo es realmente decirle que no es lo suficientemente fuerte para lidiar con la maternidad. Qué modo terrible y poco realista de ver a las mujeres.” – Abby Johnson, líder próvida y ex directora de Planned Parenthood.
“Yo ciertamente no fui lo suficientemente fuerte para manejar el aborto.”
En enero Star Tucker participó a la Marcha por la Vida en Washington, D.C. Para ella, fue eso una bendición. Dice que nunca se imaginó participar en tal evento, y poder rezar junto a 10 000 personas para que se termine el aborto.
“La Marcha por la Vida es más que un evento anual…Es mi vida, la razón por la cual me levanto cada mañana. Y continuaré, para la Gloria de Dios, a caminar todos los días de mi vida para que salga a luz la verdad y para que otros no cometan el mismo error mío. Quero ser la voz que diga: “Sé que tienes miedo, y te prometo que hay una mejor opción.” Con la gracia de Dios, seré un ejemplo para todas las mujeres, y también para los hombres, que sufren por el aborto, de que la sanación es parte del plan de Dios.”