Miss Pennsylvania 2014 se ha licenciado cum laude en la universidad de Pittsburgh, pero esta no es la noticia.
Valerie Gatto, nacida en 1989, es una cristiana practicante que ha asombrado a los Estados Unidos cuando ha dicho que: «Dios es la razón de mi estar en el mundo».
Y más: la reina de belleza ha contado, sin dudarlo, ni siquiera delante de los periodistas, que es “hija” de una violación y la noche de la coronación ha pensado enseguida dar gracias al Señor «por haberme traído hasta aquí. Por esta razón no me dejo condicionar por mi pasado o por las adversidades».
Su madre, violada a los 19 años
La joven no ha hecho nunca un misterio del drama con el que ha sido concebida. Ese día su madre, que en esa época tenía diecinueve años, fue agredida y violada al salir del trabajo. El hombre, armado con un cuchillo, la amenazaba también con matarla.
Sin embargo, por suerte, una luz se encendió en la calle y el violador se asustó y escapó, dejando libre a la joven.
«Pienso en esa luz como en el ángel custodio de mi madre y mío», dice hoy la Miss.
«Dios te da la fuerza»
Su madre al principio pensó en darla en adopción, pero al final decidió quedarse con ella gracias a su familia, que le prometió toda la ayuda necesaria: «Si Dios permite una cosa, te da la fuerza para llevarla adelante», dijo la abuela de Valerie a su madre.
La pequeña creció en una casa llena de amor, donde fue educada en la esperanza y en la fe que «está en el primer sitio de la vida: he crecido en una comunidad cristiana y he visto a mi madre ayudar a los más necesitados».
De hecho, durante años la madre de Valerie se ocupó del servicio a los más pobres de la parroquia, enseñando a su hija que «no importa lo poco que tengas, lo que importa es dar lo que has recibido».
«Sacar partido de los obstáculos»
«Saber cómo he sido concebida no me ha impedido crecer», ha confirmado Miss Pennsylvania a los cronistas asombrados.
«Al contrario, me ha hecho más fuerte: ver el sacrificio de mi madre y de mi familia me ha hecho entender que no importa lo que te haya podido pasar sino que más bien, al contrario, los límites y las dificultades te refuerzan. He aprendido a sacar partido de cada obstáculo».
Durante el concurso la joven ha recordado que su madre le decía siempre que era la luz de su vida: «Siento el deber de ser una luz en la oscuridad. Desde el momento de mi concepción en mi vida la luz siempre ha estado asociada a la oscuridad: mi historia es dura, pero ha ayudado a mucha gente».
Además de dedicarse a la interpretación, Valerie trabaja actualmente en el sector del marketing y está comprometida en el voluntariado de niños necesitados y contra la violencia sobre las mujeres.