Artículo original: Sarah Zagorski, Dublín, Irlanda, Lifesnews.com, traducción y edición libre Jules para católicas México 22 de octubre de 2014.
Cuando Melanie y Damion Sheenan fueron al hospital para una ecografía del vientre de Melanie, veinte semanas embarazada, recibieron una noticia muy preocupante. El médico les dijo que su hijo no nacido tenía graves deformaciones fetales, incluso un cerebro y una columna no formados. Se les sugirió inmediatamente que abortaran.
«Sentían que el niño no sobreviviría al parto, comentó Melanie al Christian News Network, y si sobreviviera, tendría discapacidades tan onerosas que “no tendría la menor esperanza de una vida feliz.” Me hicieron inmensa presión para que abortara al bebé.»
Sin embargo, la pareja rehusó y dio a luz a un hijo en perfecta salud, a quien dieron el nombre de Josué. La diagnosis del doctor fue completamente equivocada. «Los médicos dijeron que Josué sería totalmente incapaz de vivir, dijo Damion, y ahora: tiene dieciséis semanas y es brillante. Hace todo lo que un bebé debería hacer. Es lo mejor que pudiera haber ocurrido a nuestra familia. Ahora no podemos imaginar nuestra familia sin él, aporta tanta alegría y amor a nuestro hogar.»
La pareja explicó que aun después de rehusar el aborto, se les siguió haciendo presión insistentemente a que mataran su bebé. «Me llamaban a mi celular tanto como a la casa, expresó Melanie, para decirme cuántos días y semanas me quedaban antes del límite de 24 semanas [para abortar]. Cada vez que íbamos a la clínica para una cita, la enfermera se nos presentaba al doctor como una pareja que iba en contra del consejo médico por seguir con nuestro embarazo. Nos hicieron sentir como si estuviéramos haciendo algo terriblemente mal en decidir de guardar nuestro bebé.»
Al parecer, eso es más acoso que un buen asesoramiento médico. Mientras que nuestra sociedad pro-aborto pretende promover ampliamente el «derecho a decidir (libremente)», cuando una familia toma la decisión de parir son perseguidos. Nadie tenía derecho de hablar así tan irrespetuosamente a Melanie y Damion por libremente elegir guardar su niño.
«Probablemente pensaban que sería injusto hacerle entrar en el mundo, constató Damion; por eso nos sugirieron el aborto.» Consideraban que la calidad de vida de Josué sería muy pobre puesto que sería tan discapacitado.
«Aunque las madres sólo tengan horas, días o semanas con su bebé, concluyó Melanie, dicen que ese tiempo es lo más precioso que hay. Además, en nuestra situación, la diagnosis del médico fue completamente incorrecta… si hubiéramos proseguido según los consejos de los doctores, él no estaría hoy con nosotros. El mejor consejo que yo puedo dar es de siempre seguir adelante cual que sea la circunstancia, porque sigue siendo una vida humana, y Dios siempre tiene un plan.»
Usted puede aprender más sobre Melanie y Damion en este video: