Articulo de REL.
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«Por primera vez en la historia de España, la masonería española, a través de una orden mixta de mujeres y hombres, compareció como tal en un acto masivo celebrado en Madrid y un amplio grupo de sus integrantes se ha identificado de manera abierta provistos de las bandas masónicas rituales. El escenario de tal comparecencia fue la manifestación conmemorativa anual del Día de la Mujer del sábado pasado en Madrid», escribe Rafael Fraguas en el periódico pro-aborto El País.
Para estos masones, el Día de la Mujer viene a ser una especie de Día del Aborto y el objetivo es combatir el proyecto de ley del Partido Popular que restringe el aborto quitándole la categoría de «derecho».
El compás y la escuadra
“Entendemos que esta ley recorta los derechos de las mujeres y por ello estamos aquí, para reivindicarlos”, explicó Ana Valet, presidenta de la Federación Española de la Orden Masónica Mixta e Internacional del Derecho Humano, cuya Federación del Derecho Humano mostraba una pancarta con su denominación y sus símbolos –el compás y la escuadra–, que marchaba en un lugar destacado de la manifestación.
«Minutos antes de comenzar la marcha, existía cierta inquietud en algunas de las personas congregadas, inquietud que fue despejándose poco a poco a medida que arrancaba la manifestación», detalla El País.
Poco a poco, explica el periódico, ese sentimiento dio paso a una serena euforia, «porque estamos protagonizando un hecho histórico», dijo uno de los asistentes.
Toda una red de logias
La orden masónica que preside Ana Valet fue fundada en 1893 y es mixta desde su mismo origen. “Posee implantación en más de 60 países, cuenta con más de 30.000 miembros y una red de logias para la autoconstrucción de sus integrantes y talleres federado para la acción social, que despliegan por todo el mundo”, precisa Valet.
El periodista no preguntó a la gran masona qué es eso de la autoconstrucción, pero ella lo amplió con un lenguaje más de márketing diciendo: «Trabajar para el progreso de la humanidad” es nuestro lema».
La ministra abortista
Como modelo de «progreso» y «autoconstrucción», allí estaba Matilde Fernández, ministra socialista de Asuntos Sociales de 1988 a 1993, la política que según la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la ley del aborto de 1985 debía ir ofreciendo tantas ayudas sociales a las embarazadas que poco a poco el aborto fuese disminuyendo: durante su mandato se pasó de 26.000 abortos anuales a 51.000, y de una tasa del 5,8 al 12,1. Todo un «progreso» y una «autoconstrucción».
Matilde Fernández, que fue senadora hasta 2011 y en su momento fue vicepresidenta de la Internacional Socialista de Mujeres, llevaba su banda masónica sobre el pecho, azul celeste, y declaraba a El País: “la masonería defiende las causas de progreso, como los derechos de la mujer”.
Matilde Fernández, masona y política del PSOE
El periódico recoge el momento con gran emoción, como si fuese una romería popular.
«En las personas que componían el cortejo masónico, nutrido por integrantes de las cuatro obediencias mixtas existentes en España, así como por miembros de la Gran Logia de España, que es sólo masculina, se observaba una emoción que en ocasiones afloraba en forma de lágrimas».
Y añade: «La masonería en España, que no fue autorizada hasta 1979, ya en la democracia, se ha mantenido siempre en un ámbito orgánico de discreción, si bien ha participado en numerosas ocasiones en iniciativas de la sociedad civil con reivindicaciones guiadas por el ideario laico y el derecho humanitario. Su salida a la superficie de manera abierta y plena se interpreta como “un signo de normalización homologable a los ya vigentes en los países cívicamente más desarrollados del mundo”, declara Ana Valet, la presidenta de la logia «Federación del Derecho Humano».
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