Artículo de Lifenews traducción y edición libre Alejandro P. De CM
Además de asesinar a miles de bebés, ahora sabemos que Planned Parenthood opera una desmanteladora, que vende a los bebés asesinados por partes.
Dos videos de ejecutivos de Planned Parenthood han sido difundidos en los cuales explican con detalles espeluznantes, mientras comen su ensalada y toman vino, como los abortistas de Planned Parenthood «aplastan» a los bebés, usando un método «menos demoledor» de aborto, para extraer sus órganos. Luego los venden.
Es despreciable.
Sin embargo, en respuesta a la natural reacción del pueblo americano, PlannedParenthood – el más grande negocio de aborto en América – ha cándidamente admitido que se lleva a cabo esta práctica horrible, inhumana. Afirma que sigue «los más altos estándares éticos y legales.»
La ley federal prohíbe la venta de partes del cuerpo de los bebés por nacer. De hecho, es un acto criminal. Sin embargo, la dificultad de este caso está en los detalles. La ley proporciona un enorme vacío jurídico, permitiendo el pago de un conjunto de cosas asociadas con la venta de órganos de los bebés abortados, incluyendo «pagos razonables asociados con el transporte, implantación, procesamiento, preservación, control de calidad o almacenamiento de tejido fetal humano.»
Planned Parenthood está explotando este mortal vacío legal, alegando que está en plena conformidad con la ley debido a que supuestamente no «beneficia […] de ninguna manera» de esta práctica empresarial grotesca. De hecho, la respuesta a los videos fue de afirmar, «no hay ningún beneficio económico relativo a la donación de tejido para…Planned Parenthood.»
Esto es una mentira.
Las afirmaciones sobre –»negociaciones» de altos ejecutivos de Planned Parenthood para aumentar los precios por los órganos de estos bebés porque «Quiere un Lamborghini!» parece indicar lo contrario –
Como la Directora médica de Planned Parenthood, Deborah Nucatola, explicó cándidamente, la eliminación de bebés abortados es «costosa».
» Si se trata de residuos biológicos, tienen que ser incineradas, tienen que estar etiquetados para la incineración, lo que agrega costos. Sólo hay un número determinado de sitios de incineración y cobran por incineración».
En otras palabras, en lugar de tener que pagar muy caro para deshacerse de los cuerpos de estos bebés asesinados, Planned Parenthood prefiere recibir dinero por las partes del cuerpo de los bebés.
Es un enorme negocio redondo.
Vamos a poner eso en perspectiva. Planned Parenthood, según sus propios registros, comete 327,653 abortos cada año, se jacta de tener «40 por ciento del mercado en todo el país.» Según la Directora Médica de Planned Parenthood, la abortista Deborah Nucatola, la tasa de partes del cuerpo de los bebés va de «de $30 a $100.»
Aun considerando los casos en los que los órganos no pueden ser extraídos, como mínimo, Planned Parenthood podría ganar entre $5.897.754 y $22,935,710 anuales por la venta de partes del cuerpo de los bebés. Eso representa un montón de «Lamborghinis».
La recolección y venta de piezas de cuerpo de los bebés asesinados podrían aumentar las ganancias de Planned Parenthood de decenas de millones de dólares cada año.
Encima de esa ganancia financiera, Planned Parenthood recibe más de medio billón de dólares anualmente de los contribuyentes.
El vacío legal que da lugar a este perverso incentivo diabólico debe terminar. Nuestro consciencia lo exige.
El velo ha sido levantada de Planned Parenthood. El pueblo estadounidense ahora ve el mal que representa. No se preocupa más que por la muerte y el dinero.
En el ACLJ, estamos trabajando con miembros del Congreso para retirar los fondos de los contribuyentes a Planned Parenthood, prohibir la venta de partes del cuerpo de los bebés sin excepción e investigar las prácticas legalmente dudosas de Planned Parenthood.
Mientras estos videos siguen saliendo y hay muchos más por venir, continuaremos analizando las ramificaciones legales de los ingresos de Planned Parenthood y el desarrollo de una estrategia jurídica para denunciar y cerrar el gigante del aborto en los tribunales, en el Congreso y a los ojos de la opinión pública.