Del blog de www.cqv,qc.ca
Traducido y editado por www.catolicasmexico.com
(Un poco de su historia) A los cinco meses sus padres empezaron a «ver» que Coy se sentía una niña – porque agarró la frazada rosa de una de sus hermanas. Más tarde, mostró poco interés en los juguetes, «masculinos» y a los cuatro años, explicó a sus padres que algo andaba mal en su cuerpo. Se deprimía cuando le cortaban el pelo. Pero comenzó a florecer, cuando lo empezaron a tratar como una niña , un psiquiatra lo diagnosticó «transgénero». Todo el mundo lo llamaba por nombres femeninos y usaba vestidos con olanes, él (perdón, toda la prensa estadounidense le dice ‘ella’) recuperó la sonrisa. Sin dejar de mencionar, que su madre daba entrevistas en su presencia.
A los seis años vivía en Denver, Colorado, el pequeño Mathis Coy asistía a una escuela primaria desde el comienzo del 2011. Al registrarlo,sus padres solicitaron que se le tratara como a una niña, explicando que era un niño»transgénero»: hasta el invierno pasado, Coy tenía acceso al baño de niñas. Pero sin razón la escuela pública, le prohibió la entrada a los sanitarios, al regreso de las vacaciones.
¡Eso causó la Ira e la indignación de los padres!
Su madre, Kathryn Mathis, recalcó el «peligro» para una niña al usar el inodoro para niños… Junto con su marido, Jeremy, un ex Marino, hicieron un caso altamente mediatizado, concediendo entrevistas a los medios de comunicación y en talks shows.
Los Mathis, ayudados por el «Transgender Legal Defense and Education Fund» recurrieron a la división de derechos civiles de Colorado – esto ocurrió en febrero.
El 18 de junio, el Director de esta organización, Steven Chavez, explicó que la actitud de la escuela recordaba la segregación racial, basada en el principio de que los negros y blancos «están separados pero son iguales». La escuela fue calificada de «hostil, discriminatoria y que no ofrecía un medio ambiente seguro» todo, por su negativa de dejar al niño hacer uso del baño de chicas.
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Citación de LifeSite: La Vicepresidente del Colegio Americano de pediatras afirmó: que los niños incorporan mensajes emitidos por sus padres en la infancia y si estos mensajes son confusos puede reflejarse en la afirmación de que les gustaría ser parte del sexo opuesto. «El sexo biológico, no es un desorden; repudiarlo, lo es. «Nadie nace transgénero: esto se ha establecido, a través de un estudio realizado con gemelos», dijo.
La Universidad de John Hopkins ha dejado de practicar las operaciones de cambio de sexo, pues observaron que no causan ningún beneficio, mientras que algunas personas que se operaron, incluso, vuelven a su identidad original. La persona encargada de estas operaciones abandonó las operaciones afirmando que «no se da liposucción a un anoréxico».