Artículo Alejandra Muñoz.
El pasado 26 de enero, los Cardenales Noberto Rivera Carrera de la Arquidiócesis del Distrito Federal y Monseñor Juan Sandoval Iñiguez Arzobispo emérito de Guadalajara oficializaron una Misa en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México.
Después de la Misa, se dio una conferencia para presentar el nuevo libro del Cardenal Sandoval, “Credo”. Los medios le preguntaron sobre las demandas sucesivas que enfrentó por parte del ex Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard por violar el estado laico de la nación.
El Prelado comentó que ninguna de las demandas tuvo peso jurídico, ya que él no hace política y su única intensión ha sido defender el sacramento del matrimonio, la familia y la vida.
También recordó que desde 1992 la Iglesia Católica tuvo su reconocimiento oficial por parte del Estado Mexicano, y para tal efecto la Iglesia presentó en su momento, su credo y su moral que están contenidos en la Biblia, Derecho Canónico y Catecismo, por tal motivo él solo defendió lo que el Estado Mexicano ya había reconocido.
Al preguntarle acerca del aborto, hizo énfasis sobre la relación, que ya varios sacerdotes han hecho palpable, entre la legalización del aborto y el aumento desmedido de violencia que vive el país, hizo referencia al famoso caso del joven poseído sobre el cual el Papa Francisco hizo una oración de liberación, los demonios que se encuentran dentro de esta persona, durante los exorcismos han hablado para decir que la Virgen de Guadalupe los obligaba a decir la verdad sobre esta horrible tragedia, que habrá tantas vidas destrozadas por la violencia como vidas destrozadas por el aborto, también los demonios dicen que el aborto fue la puerta que se les abrió de par en par para regresar a México ya que ellos se habían ido cuando la Virgen se apareció en el Tepeyac.
Y como dijo un sacerdote en un programa de televisión, los hospitales donde se realizan los abortos, en lugar de ser catedrales de vida, se vuelven catedrales de muerte, “altares” donde se ofrecen sacrificios humanos al demonio, quien a la vez se cobra el doble a través de las muertes generadas por la violencia en México.