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POR PETER SAUNDERS
18 De junio del 2013 (PJSaunders) – La semana pasada Bélgica y Holanda han tomado pasos importantes para la legalizacion de la eutanasia para los niños.
Según los informes, un acuerdo se ha formado entre los miembros del Parlamento Federal belga en apoyo a la legislación que permitirá que los niños puedan someterse a la eutanasia en algunos casos graves, según un informe publicado en el diario belga Der Morgen.
Si la eutanasia infantil es legalizada en Bélgica, este será el primer país en el mundo desarrollado con una ley que permite formalmente la práctica.
Bélgica se convirtió en el segundo país del mundo después de los países bajos a legalizar la eutanasia en 2002, pero el estatuto se extiende actualmente sólo a personas de 18 años o más.
El proyecto de ley, presentado por el partido socialista en diciembre pasado, establece directivas para permitir a los médicos de decidir caso por caso, si un niño es lo suficientemente maduro para tomar la decisión de poner fin a su vida o no, así como si el estado salud del niño es grave y lo suficientemente desesperado como para justificar la eutanasia.
Peter Deconinck, Presidente de la organización de ética médica belga Reflectiegroep Biomedische Ethiek, ha salido en apoyo a la extensión de la práctica a los menores, como jefe de la unidad de cuidados intensivos del Hospital de Fabiola en Bruselas, que testificaron ante un Comité del Senado belga.
«Todos sabemos que la eutanasia se practica ya en los niños», dijo al Comité. «Sí, eutanasia activa».
Una mayoría de miembros del Parlamento belga está al parecer listo para abrir la puerta a la eutanasia infantil.
En paralelo, el Royal Dutch Medical Association (KNMG), que representa a los médicos en los Países Bajos, ha dicho que la angustia sentida por los padres puede justificar la eutanasia de un recién nacido agonizante.
Dr. Verhagen, quien también es uno de los autores del reciente informe KNMG, explicó a Volkskrant, el principal periódico holandés, por qué es criterio importante la angustia de los padres.
Los médicos deberían ahorrar a los padres la ‘abominación’ de ver a sus hijos morir en apuros, argumenta. Es parte de un buen cuidado paliativo.
Los criterios de la eutanasia para recién nacidos son los siguientes (de la página 54 del informe): Si el niño está sufriendo, si no puede expresar sus propios deseos, si la muerte es inevitable y si se prolonga la agonía, entonces el niño puede recibir la eutanasia para evitar a los padres más sufrimiento.
La aceptación de dos conceptos claves es lo que hace esta extensión de la ley inevitable – primero se acepta que hay una vida que no vale la pena vivir y segundo que darle fin a la vida de una persona es justificable con el fin de disminuir el sufrimiento de los demás.
Estos dos principios se usaron para justificar la matanza de niños con anomalías de las extremidades y ceguera congénita (llamado Knauer) con el consentimiento de los padres por el Dr. Karl Brandt en la vecina Alemania en 1939.
Este caso fue el que permitió el registro de todos los niños menores de tres años de edad con enfermedades hereditarias graves.
El programa de eutanasia en la Alemania Nazi, más tarde dirigido por el mismo Karl Brandt, no comenzó en campos de prisioneros como Auschwitz y Treblinka. Comenzó mucho más sutilmente con los médicos en los hospitales y sus primeras víctimas fueron los niños que fueron asesinados por motivos supuestamente humanitarios.
Es amargamente irónico que la eutanasia infantil ocurra otra vez setenta años más tarde por los mismos motivos en dos países que comparten una frontera común con Alemania.