La primera cosa qué hay que entender es que Vaticano segundo NO instituyó la practica de dar la communion en la mano. El cardinal Albert Malcolm Ranjith anteriormente secretario de la Congregación del Divino culto disipó este mito en la profase del libro «Dominus Este» – Es el Señor» escrito por el obispo Athanasius Schneider de Astana, Kazajistán.
En la prefacio escribió:
» pienso que ahora es el momento de evaluar con cuidado la práctica de distribuir la Comunión en la mano y si necesario abandonar lo que nunca fue pedido por los documentos de Vaticano II «Sacrosanctum Concilium» y tampoco por los Padres conciliares pero que fue aceptado de facto (de hecho) después de ser introducido por el abuso en algunos países.
El abuso al que se refiere el cardenal fue llevado acabo principalmente en Holanda por los prelados Cardenal Leo Suenens de Bélgica y Cardenal Bernardus Alfrink de Holanda.
El arzobispo Annibale Bugnini prefecto De la Congrégation del divino culto al final de la década de los años 60, cuando empezó este abuso litúrgico escribió sobre esos incidentes en un tomo de sus memorias » la reforma de la liturgia 1948-1975″.
En la página 640 de su trabajo Bugnini incluye un resumen de la Comisión litúrgica del Vaticano – el Consilium – dirigido al cardenal Alfrink en 1965:
» La manera tradicional de distribuir la comunión debe ser mantenida. El Santo Padre no piensa que sea correcto que la Hostia Consagrada sea distribuida en la mano y después recibida de cualquier manera por los mismos fieles. Es por eso que pide urgentemente a la conferencia de Holanda de adoptar unas reglas apropiadas con el objetivo que la manera tradicional de recibir la comunión sea restaurada en todos lugares» …. eso y otros avisos no tuvieron efecto.
Los Cardenales de Holanda respondieron a estos avisos de obedecía al Vaticano; que ya no era posible detener la propagación en sus diócesis de práctica de la distribución de la comunión en la mano.
La Iglesia Católica tiene leyes litúrgicas muy antiguas que dicen que la comunión tiene que darse sobre la lengua. Fue en ese momento que Suenens y Alfrink pidieron un indulto ( permiso especial) para permitir la comunión en la mano. hicieron esto en lugar de obedecer la Orden del Santo Padre de detener la propagación de este abuso.
El obispo Juan Rodolfo Laise, un obispo de San Luis, Argentina escribió en la página 39 de su libro » la comunión en la mano documentos y historia»:
» el 8 de mayo 1968, 3 años después de pedir a la jerarquía de Holanda de detener la comunión en la mano, los mismos prelados pidieron otra vez el indulto. Roma dijo otra vez que no, en esta ocasión fue hecha, via la Congrégation sagrada de los ritos con las palabras «non expedire» (No es conveniente).»
Hubo mucho más comunicaciones entre el Vaticano y los prelados de Holanda, para detener el abuso litúrgico, sin éxito.
Esto fue la razón histórica para que el Papa Pablo VI ordenara a la Congregación del Divino culto escribir la instrucción «Memoriale Dominio» que reafirmó los deseos de Roma de que la práctica de la comunión sobre la lengua se mantuviera y que el abuso de la comunión en la mano no fuera propagada.
Pero en las instrucciones incluyeron una estipulación que en los lugares donde la comunión en la mano ya estaba establecida ( principalmente en Holanda en esa época), que los obispos podían por voto secreto y con el consentimiento de dos tercios de los obispos pedir a Roma la legalización de este abuso.
Roma permitiría la práctica pero solamente si se observaban l siete condiciones . Los obispos americanos, bajo la dirección del cardenal Joseph Bernardo, lograron evitar esas condiciones para imponer la comunión en la mano en los Estados Unidos de Norteamérica.
Los prelados holandeses empezaron con la práctica de la comunión en la mano ilegalmente después de Vaticano II . Los prelados americanos obtuvieron el permiso por este abuso litúrgico en los años 70 algunos sacerdotes en el mundo violan las condiciones que fueron hechas por Roma controlar esa práctica.
Artículo de Churchmilitant.com traducción y edición libre CM