artículo de lifesnews traducción y edición libre Sr. Martín Pacheco.La campaña “Pro Life” (Próvida) criticó fuertemente las declaraciones hechas por TDs (diputados) del Partido Laborista, en las cuales abogan por un acceso más amplio al aborto y por la eliminación del Artículo 40.3.3 de la Constitución. Estas ocurrieron a raíz de un informe de prensa que alegaba que a una mujer embarazada afirmando tener tendencias suicidas se le negó un aborto bajo la ley de aborto de 2013. Se informa posteriormente que la mujer accedió a una cesárea y el bebé nació después de 23 a 25 semanas de gestación.
Esta es una trágica situación para la madre y el bebé. Hay un bebé prematuro que está luchando por su vida, y todo lo que estos TDs del Partido Laborista hacen es instrumentalizar este caso de manera obscena para aumentar el apoyo a su agenda.
Los diputados en cuestión tendrían que avergonzarse de haber, a sabiendas, introducido una ley sin fundamentos que pone en grave riesgo la vida de los nonatos. La nueva ley nunca tuvo como objetivo de proveer tratamientos para salvar vidas, sino más bien introducir el aborto. Y los que votaron a favor de esta ley también decidieron ignorar toda la evidencia sometida a revisión de pares que indica claramente que el aborto tiene consecuencias negativas para la salud mental de las mujeres.
Por supuesto este caso se adapta a la agenda de los activistas a favor de la libre elección y todo esto es una artimaña para representar la nueva ley como siendo muy restrictiva y para ganar apoyo a la supresión del Artículo 40.3.3 de la Constitución. Siempre hablan del ‘hecho’ de que la ley no prevé situaciones como la violación o el incesto, pero saben que eso no es verdad. Además, este caso demuestra que la ley no es restrictiva. La verdad es que los psiquiatras a cargo de la decisión querían seguir adelante con el aborto, aun sabiendo que no es un tratamiento adecuado para mujeres con sentimientos suicidas.
Activistas a favor del aborto afirman de hecho que el bebé en el centro de este trágico caso nunca debería haber nacido. Es un recordatorio escalofriante y perturbador de la inhumana realidad del aborto legalizado.
En vez de hacer política con esta tragedia, tenemos todos que estar centrados en el mejor resultado para la madre y el bebé al centro de este difícil caso.