Artículo original en: Lifesitenews.com traducción Martín Pacheco www.catolicasmexico.com
Un hombre fue programado para un juicio después de que un juez decidiera admitir como evidencia su confesión, según la cual envenenó los panqueques de su novia embarazada con una droga abortiva comprada por Internet.
Scott Robert Bollig, de 30 años de edad, será juzgado por un cargo de asesinato en primer grado y un cargo de agresión con agravantes, el cual hizo perder a Naomi Abbott su bebé el 31 de enero de 2014. Bollig fue detenido después de que los médicos a cargo del tratamiento de Abbott encontraran misoprostol en su sangre, también conocido como Cytotec.
Abbott quería quedarse con su bebé y había rechazado el pedido de abortar que le hizo Bollig. Este hecho permitió que se presentara el cargo de asesinato en primer grado.
Bollig confesó a la policía haber dado a Abbott las drogas con la esperanza de que tuviera un aborto, pero cuestionó la validez legal de su confesión ante la corte. Un juez dictaminó que la fiscalía podrá utilizarla como prueba.
“Este caso es un triste ejemplo del problema poco discutido de las mujeres que están siendo obligadas o coaccionadas por novios o parientes a abortar. La mayoría de las veces, estos abortos forzados ocurren en clínicas abortivas, en las cuales ellas no son protegidas de aquellos que están exigiendo que aborten”, dijo Troy Newman, presidente de “Operation Rescue”. “Irónicamente, si Bollig la hubiera arrastrado hasta la clínica de aborto en contra de su voluntad, muy probablemente no se le habría hecho nada [a Bollig]”.
Newman prosiguió: “Esto también muestra que es demasiado fácil obtener peligrosas drogas abortivas a través de Internet. Debe hacerse mucho más para reforzar las regulaciones a fin de que estos fármacos no sean tan fácilmente disponibles a quienquiera que tenga una conexión a Internet y una tarjeta de crédito”.