Historia de una violación y un embarazo.

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Del blog de www.cqv.cq.ca del blog mamanpourlavie.com 19 mayo 2010
Traducción y edición libre www.catolicasmexico.com

A los 18 años, yo era un estudiante en la Universidad cuando fui víctima de una violación. Esto fue la peor experiencia de mi vida. Fui golpeada y violada por dos hombres en un callejón de Montreal cuando regresaba a mi departamento (…) Fui a la policía y también vi a un psicólogo en varias ocasiones. La semana que siguió fue una pesadilla.

No tenía novio en aquel momento y no utilizaba ningún tipo de anticoncepción. Tres semanas más tarde yo sabía que estaba embarazada. Fue una gran noticia para mí. Yo sabía desde que era una niña que quería algún día ser mamá, pero no en este contexto… Tomó sólo unos días para que empezara a sentir los síntomas del embarazo. Llevaba la vida dentro de mí. Estaba claro que iba a llevar el embarazo a término. Me decía que decidiría durante el embarazo si lo daría en adopción.

Desde el momento en que tomé esta decisión, el planeta entero se puso en mi contra. Mis padres, mis amigos, querían que yo abortara. Pensaron que estaba loca por querer aquel niño, que me arrepentiría. Cuando vi al doctor por primera vez, él intentó durante una hora de convencerme para que abortara, en cada cita hacía era lo mismo hasta que cambié de médico. Me obligó a ir a un psicólogo y dos asistentes sociales: todos tenían un único objetivo: convencerme para hacer un aborto. Uno de las trabajadoras sociales , hizo una cita para mí en una clínica de aborto y me dijo tenemos previsto un aborto para tí, este jueves , yo iré con usted, etc.! La gente me miraba con asco porque estaba embarazada. Me dijeron que le daría una mala vida, que sería mejor no existiese, que yo me iba condenar a vivir del gobierno por el resto de mis días, que mi hijo y yo sería una carga para la sociedad, que estaba comprometiendo la causa de las mujeres, y así sucesivamente… Fue tan difícil… a veces pensé en ceder a las presiones!

Hasta que un día llamé a la puerta de un presbiterio. Yo no era católica, mucho menos practicante pero me dije que tal vez estas personas me ayudarían.Y esto fue lo que sucedió. Un sacerdote me ayudó financieramente Y me escuchó cuando nadie me escuchó y cuando todos me decían lo mismo: «debes abortar es la única solución». Una familia de la parroquia me abrió las puertas de,su casa. Viví ahí desde el sexto mes de embarazo y durante un año después del nacimiento. Ellos me ayudaron a superar todas los obstáculos eran como una segunda familia para mí,mientras la mía no me quería por la elección que hice. Quedarme con mi bebé. Sí, me quedé con mi bebé. Thomas. Es mi orgullo y mi mayor alegría. Ahora tiene 4 años. El tiempo pasa tan rápido. Después de su nacimiento, nunca he lamentado la más grande y la más hermosa decisión que he tomado en mi vida, traer a mi hijo al mundo. ¡Lo amo tanto!

Mi vida va bien. Conocí a un hombre extraordinario que se casó conmigo y adoptó legalmente Thomas. Thomas tiene una madre y un padre que le aman. A veces se me olvida que no es nuestro hijo «biológico», somos una verdadera familia. Hemos tenido otro hijo, Stephen, y estamos esperando nuestro tercer hijo.

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