Con todo lo que va mal en el mundo, ¿no es verdad que hacía falta una buena noticia en la batalla por la familia?
En la recientemente concluida Comisión de la ONU para la Población y el Desarrollo (CPD), alcanzamos grandes victorias para la familia y la religión, y especialmente para la infancia.
Si bien no ganamos en todos los temas, los éxitos cosechados han sido monumentales.
Nuestras mayores victorias se lograron en los dos temas en los que se había centrado Family Watch.
En principio, no debería haber habido ninguna batalla, porque el tema tratado era el fenómeno migratorio; pero como ocurre siempre, los debates degeneraron en una pelea en la que algunos de los países ricos trataron de intimidar a los países en desarrollo para que éstos aceptasen la gran cantidad de derechos sexuales que no tienen nada que ver con las migraciones.
La primera victoria fue un gran logro de nuestra campaña en la ONU para detener la sexualización de los niños. Los países desarrollados insisten en dos disposiciones que exigen una educación para la sexualidad integral para la infancia. Apenas dos meses antes de estas negociaciones, Family Watch organizó un evento en el marco de la ONU para diplomáticos gubernamentales, en el que la Dra. Miriam Grossman expuso la naturaleza gráfica de estos programas de educación para la sexualidad integral promovidos o financiados por las Naciones Unidas.
Los programas de Educación para la Sexualidad Integral patrocinados por la ONU deberían más bien llamarse programas de abuso de menores.
A lo largo de las negociaciones de la CPD, nuestro equipo siguió proporcionando información crítica y abriendo los ojos a los diplomáticos pro-familia implicados en los debates, exponiendo la verdadera naturaleza insidiosa de este programa de educación para la sexualidad integral y enviándoles nuestro informe sobre este programa. He aquí un ejemplo de una de nuestras cartas a los delegados durante las negociaciones:
¿Qué tipo de servicios y de educación para la sexualidad podría estar fomentando en el párrafo que trata de la educación para la sexualidad integral?
¿Tal vez cajas con juguetes sexuales con forma de genitales masculinos y femeninos para niños de cinco años?
En este enlace puede leer cómo un ministro de Educación suizo se opuso a más de 3.000 peticiones de padres para eximir a sus hijos de 5 años de la obligación de acudir a clases en las que utilizan juguetes con forma de genitales y recomiendan que los niños se masajeen unos a otros o que froten bolsas de arena caliente en sus genitales, con música suave de fondo. El ministro de Educación admitió abiertamente que el gobierno utiliza las escuelas con el fin de tener acceso a los niños sin restricciones.
Por eso es fundamental que se elimine cualquier referencia a «la educación o información para la sexualidad» y se sustituya por educación de sexo, y se garantice que cada vez que se proponga la educación de sexo o sexualidad, se reconozcan en el mismo párrafo los «derechos» de los padres a guiar esa educación.
Por favor, muestre firmeza contra esta forma de abuso sexual llamada educación infantil para la sexualidad.
Por favor, ¡defienda los «derechos» de los padres!
Afortunadamente, los delegados pro-familia dieron una gran batalla y los dos párrafos que pedían educación para la sexualidad integral fueron eliminados de la versión final en la fase de negociación.
Se alcanzó una gran victoria en la batalla para proteger la salud y la inocencia de los niños.
La segunda victoria histórica fue la adopción del siguiente párrafo sobre la soberanía, que exige el respeto a los valores religiosos y culturales:
«Reafirma además el derecho soberano de cada país a aplicar las recomendaciones del Programa de Acción y otras propuestas de la presente resolución, de conformidad con las leyes nacionales y las prioridades de desarrollo, con pleno respeto a los diversos valores religiosos y éticos y a la cultura de su pueblo, de conformidad con los derechos humanos internacionales universalmente reconocidos.»
Esta fue una ardua victoria, ya que los países ricos se burlaron de los países en desarrollo que querían hacer constar esa protección.
Por último, también insistimos a los delegados a que eliminaran las múltiples referencias a los derechos sexuales, orientación sexual e identidad de género, que se consiguió suprimir. Ayudamos a crear y distribuir un folleto, que creemos que fue el punto de inflexión en las negociaciones, cuando los delegados pro-familia comenzaban a estar muy indignados e insistían en que debían eliminarse las múltiples referencias sexuales.
Nuestro equipo de Family Watch puso el mismo empeño de siempre tras las negociaciones nocturnas, analizando documentos de la ONU, reuniéndose con delegados, ideando folletos y argumentos, poniendo al descubierto el engaño y mucho más. Queremos dar las gracias especialmente a Clint Smith, uno de los abogados voluntarios de Family Watch, por haber liderado la redacción de nuestro informe de política sobre la soberanía nacional.
Afortunadamente, todo el arduo trabajo de nuestro equipo de Family Watch y la coalición pro-vida/pro-familia ha valido la pena. Lo hemos dado todo y hemos obtenido nuestra recompensa. Pero realmente ha sido el coraje y valor de los delegados con los que hemos trabajado lo que ha hecho posible esta victoria. En medio de una fuerte oposición, defendieron con agallas los valores en los que creen para proteger la salud y la inocencia de los niños.
Atentamente,
Sharon Slater
Presidente
Family Watch International
Traducción de Rodrigo Bueno: Asociación Cruz de San Andrés