El santurrón blasfemo impone su moral en la forma de matar

Por Custodio Ballester Bielsa, pbro.

Artículo de www.sacerdotesporlavida.es

Edición de Alejandro P para catolicasmexico.com

No sé cuántos tomaron nota de las consignas del presidente Obama en su discurso con motivo del famoso «I have a dream» de Martin Luther King,  en el aniversario de la histórica Marcha sobre Washington del 28 de agosto de 1963; pero la ironía de la retórica de Obama fue una descarga de artillería pesada. En su discurso, Obama afirmó: «Gracias a los que fueron a la marcha, se aprobó la ley de derechos civiles. Gracias a los que fueron a la marcha se firmó la ley del aborto (¡oh paradoja!, los correligionarios de Luther King son antiabortistas). Gracias a ellos se abrieron las oportunidades para la educación de manera que por fin sus hijos imaginaron una vida que fuera más allá que la de limpiar la ropa de otros o sacar brillo a los zapatos de alguien. Gracias a los que fueron a la marcha, los ayuntamientos cambiaron. Cambiaron los congresistas y también cambió la Casa Blanca”. Y Obama se autoproclama precisamente como la encarnación de ese cambio: Un hombre que abraza y fomenta cualquier manera de matar al no nacido inocente (y también, para redondear la hazaña, al que sale vivo del aborto) desafiando la lógica, la razón y la decencia. En su toma de posesión, puso su mano en una Biblia en la que no cree y juró por un Dios al que no conoce ni tampoco le interesa: es un santurrón blasfemo.

Sus principios innegociables son éstos: matrimonio gay, aborto y eutanasia. Y matar como le convenga a quien le convenga: sea en Irak, sea en Siria. Él sí que condena a todos aquellos que se le oponen, sin que le importe que tengan buena voluntad y que busquen a Dios. Los que se le oponen son radicales intolerantes que deben desaparecer o callar. Jaleado por casi todos los lobbies del planeta, Obama se basta y se sobra a sí mismo. No necesita a Dios.

Y esto es así hasta el punto de subir al carro del abortismo al visionario pastor baptista Martin Luther King, que recibió en 1966 -es cierto- el premio Margaret Sanger, patrocinado por la ahora multinacional abortista Planned Parenthood. ¿Sabía Luther King lo que se hacía? La organización tuvo sus raíces en Brooklyn, Nueva York, donde Margaret Sanger abrió la primera clínica de control de la natalidad del país. Sanger fundó la American Birth Control League en 1921, que en 1942 pasó a formar parte de la Planned Parenthood Federation of America. Desde entonces, Planned Parenthoodha crecido hasta tener más de 820 clínicas en los EE.UU., con un presupuesto anual de 1 billón de dólares. Ofrece una extensa gama de servicios abortistas a más de tres millones de personas en los Estados Unidos. Subvencionada generosamente por la administración Obama, tiene más de un millón de clientes de fuera de los Estados Unidos. Fue la esposa de Mr. King la que recogió entonces el galardón. Se discute todavía la autoría del discurso que pronunció. Sin embargo, uno no tiene más remedio que dudar de la presunta ingenuidad del pastor al mezclarse con la organización que fundó la eugenésica Mrs. Sanger.

Esta energúmena destacó, durante la primera mitad el siglo XX, por sus visiones acerca de  la sexualidad. Éstas pueden encuadrarse dentro del siglo XIX prefreudiano. La sexualidad era concebida por Sanger, de alguna manera, como una debilidad. Así, el control de la natalidad era más un medio para prevenir los efectos indeseados del acto sexual, que un medio de liberación para poder disfrutarlo. Sus ideas eugenésicas y anticonceptivas parecen la fuente de inspiración del mismísimoMein Kamf de Adolf Hitler, que parece un pobre petimetre comparado con la aventajada agudeza de la señora depuradora de la raza.

La Sanger se hizo famosa por el empleo del control de natalidad como medio práctico de la política racista: “Nuestro fallo de segregar a los imbéciles, quienes están aumentando y multiplicándose –un peso muerto de basura humana–, engendra inexorablemente la clase de los seres humanos que nunca deberían haber nacido”; de ahí los programas de reducción de la población negra mediante el “Negro Project” (con la esterilización y el aborto): “Deberíamos contratar a tres o cuatro ministros de color (¿le vale Obama a estos efectos?), preferiblemente con conocimientos del servicio-social y con atrayentes personalidades. El acercamiento educativo más acertado a los negros está con una súplica religiosa. No quisiéramos que saliese de nuestra boca la frase de que deseamos exterminar a la población negra”, pero la liquidación de negros mediante el aborto se lleva la palma; la esterilización de los minusválidos y “débiles mentales”: “La esterilización eugenésica es una necesidad urgente… Debemos prevenir la multiplicación de esta mala estirpe”; la selección elitista de las clases acomodadas: “Nuestro problema más acuciante es aumentar el índice de natalidad del superior y disminuir el del inferior” (el aborto sirve perfectamente a este fin); la destrucción de la familia y el matrimonio: “La acción más misericordiosa que puede hacer una familia numerosa por uno de sus miembros más pequeños es matarle”“La cama del matrimonio es la influencia más degenerativa en el orden social…”; la intervención del Estado en el control de la procreación: “Cada país habrá de decidir su propia forma de coerción, y determinar cuándo y cómo habrá de emplearse. Actualmente, los medios son la esterilización y el aborto obligatorios (en este lado de la civilización, mediante propaganda y coacciones). Quizás un día sea posible imponer el control de la natalidad”; el odio a lo cristiano (último baluarte de la dignidad humana): «La caridad organizada es el síntoma más seguro de que nuestra sociedad ha criado y continúa criando, perpetuando y aumentando cada vez más el número de defectuosos, delincuentes y dependientes”;la promiscuidad sexual como medio de subversión (con la sodomía y el lesbianismo): «Nuestro objetivo es la satisfacción sexual ilimitada sin la carga de niños no deseados…»  Y, ¡cómo no!,cosechando dinero público por implantar estos programas.

Por ello, y a pesar de los esfuerzos de la Dra. Alveda King -destacada activista provida- por exonerar a su tío Martin de toda filiación abortista, no deja de resultar llamativo que Luther King fuese el único que desconociese de Margaret Sanger lo que ya entonces casi todos sabían…

En la Convención anual de Planned Parenthood, el Presidente Obama afirmó: «Siempre deberemos luchar para asegurar que las mujeres tengan acceso a una atención médica asequible, y siempre deberemos luchar para proteger el derecho de la mujer a tomar sus propias decisiones sobre su propia salud(se refiere, claro está, a la decisión tan saludable de abortar,). Quiero que sepas que también tienes un presidente que va a estar ahí con ustedes, luchando a cada paso del camino: Thank you, Planned Parenthood. God bless you

Y es este mismo presidente, responsable de millones de asesinatos de niños no nacidos: muchísimos de ellos por envenenamiento, otros por descuartizamiento y otros asesinados en el momento de nacer; muertes todas ellas tan atroces como la muerte por armas químicas; es éste el mismo que lloriquea y amenaza con su brazo justiciero por las armas químicas en Siria, el mismo masonazo grado 32º que las lágrimas de compasión que se ha ahorrado por todas esas muertes atroces que él ha propiciado, las derrama por los niños de primaria masacrados por un demente en un colegio… Es este mismo promotor del asesinato en su país y en todo el mundo, el mismo que ha vetado continuamente la prohibición de abortar por nacimiento parcial ¡asesinato del bebé durante el mismo parto, sin dejarle acabar de nacer vivo… a los nueve meses! Es el mismo que financia a los aborteros de Planned Patrenthood y además los bendice en el nombre de Dios. Es el santurrón blasfemo que se erige en protector mundial de la moralidad en la forma de matar.
Custodio Ballester Bielsa, pbro.
www.sacerdotesporlavida.es

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