WASHINGTON, DC, 6 de diciembre (C – FAM) un defensor de los derechos humanos acusa al lobby del aborto por haber intimidado un testigo dispuesto a declarar en público sobre los efectos letales de un anticonceptivo de largo plazo que se inyectó a las mujeres africanas.
La audiencia programada ante el Congreso estadounidense podía boicotear la política internacional de los Estados Unidos en materia de planificación familiar. Por esta razón el director de la «Rebecca Project»,Imani Walker, por la presión de planificación de la familia, confiscó en el último minuto la computadora de uno de los testigos claves, Kwame Fosu Directora del proyecto. Así pues fueron enviados al Congreso e-mails donde se informaba que la Sra. Fosu había sido despedida. Ella otorgó una entrevista exclusiva al «friday fax».
Segun ella, Walker, para hacer lo anterior, sufrió durante tres años los constantes ataques de los «ideólogos de los derechos reproductivos»La presión comenzó después de la publicación de un informe sobre las violaciones de los derechos humanos en el contexto de programas de planificación familiar. La Sra. Fosu es el autor de Depo Provera: Deadly Violence Against Women (Depo Provera: violencia mortal contra la mujer)
Algunos Médicos africanos fueron pagados para inyectar a miles de mujeres ingenuas un anticonceptivo de larga duración para ensayos médicos en parte financiado por USAID y la Fundación Gates, explica la Sra. Fosu. Los grupos de presión, junto con los grandes donadores de la industria reproductiva, temen que este tipo de revelación retrase los derechos reproductivos.
Los abusos perpetrados por la industria farmacéutica, los médicos y las fundaciones de gran influencia incluyen por una parte de los experimentos sin ética en las mujeres africanas, por otro lado el uso generalizado de los anticonceptivos inyectables Depo Provera a millones de mujeres africanas víctimas de la pobreza.