El diablo y la cultura de la muerte

El diablo y la cultura de la muerte
Por John Stonestreet.
Traducción y redacción libre Alejandro P. de www.catolicasmexico.com

Martes, 04 de junio de 2013 13:37 EST

 

 

4 De junio del 2013 (Breakpoint.org) – Daniel Patrick Moynihan acuñó la frase «bajamos el tono» para describir el proceso por el cual aceptamos desviaciones y actos indignantes que nunca habríamos tolerado una generación antes.

 

De hecho, al mirar recientes encabezados, podríamos considerar la adopción de un nuevo término: nivelado hacia abajo de depravación. He aquí unos cuantos ejemplos: dos jóvenes musulmanes radicales, educados en Estados Unidos, detonan bombas durante el maratón de Boston, matando a tres e hiriendo gravemente a decenas más. En Gran Bretaña, un soldado británico es brutalmente asesinado por dos islamistas más — en plena luz del día mientras espectadores capturan el ataque con las cámaras de sus teléfonos.

 

El mal no es sólo el producto del extremismo islámico, claro está. Los detalles que surgieron sobre las actividades diarias del abortista Kermit Gosnell en Filadelfia parecían empeorar día con día. Y ahora más informes están saliendo de Carolina del norte y Texas que reflejan que la historia de Gosnell, no es un caso único.

La lista es interminable. Abundan los escándalos en el gobierno. El matrimonio y la familia se están redefiniendo. Y estos son sólo los encabezados recientes. Nos hemos acostumbrado a recibir un nuevo signo de decadencia cultural casi todos los días.

¿Pero es esta decadencia cultural puramente de nuestras propias decisiones, o está sucediendo algo más siniestro?

El fallecido Ralph Winter, uno de los planificadores de misiones más renombrado de finales del siglo XX, comenzó a cuestionarse cuando su amada esposa, Roberta, contrajo un cáncer de la médula ósea que terminó matándola. Winter, que más tarde murió de la misma enfermedad, no se contentó con las muchas de las explicaciones evangélistas para justificar la presencia del mal y de la enfermedad en el mundo.

 

El autor Harold Fickett, que ayudó a Chuck Colson con el libro intitulado «La fe», explica ampliamente la exploración de Winter, de este tema , en su nueva biografía, «The Ralph D. Winter Story.» En una reciente entrevista en BreakPoint, Fickett dijo que Winter se preguntaba si los evangelistas habían pasado por alto la activa labor de Satanás en el mundo de Dios y esencialmente «había sucumbido a su propia visión desmitificadora, esencialmente eliminando la presencia de Satanás en el Evangelio.»

No fue sabia esta decisión, porque todo aquel que quiera participar en la obra de Reino de Dios enfrenta la oposición satánica.

C.S. Lewis habló también sobre esta amnesia alrededor del demonio. Escribió, «sé que si alguien me preguntará ‘ realmente quieres reintroducir, hoy en día, a nuestro viejo amigo el diablo — con pezuñas y cuernos y todo?’ Bueno, no sé, que tenga que ver la fecha con todo esto. Y no tengo nada en particular, a favor o en contra de las pezuñas y los cuernos. Pero por la segunda parte de la pregunta, mi respuesta es sí.»

Trabajamos muy duro aquí en BreakPoint a ayudarle a desarrollar una cosmovisión cristiana — y esa visión del mundo tiene que reconocer sobriamente la actividad del enemigo en el mundo. Como el apóstol San Pablo escribió, «no luchamos contra carne y sangre, sino contra los gobernantes, las autoridades, contra los poderes cósmicos sobre la que esta presente la oscuridad, contra las fuerzas espirituales de maldad en los lugares celestes» (Efesios 6:12).

Al mismo tiempo, también es posible sobrestimar el poder de Satanás en el mundo lo cual es un error. La escritura es clara al respecto: en la Cruz, Jesús desarmó a Satanás y lo derrotó. En su última conversación con sus discípulos grabada en el Evangelio de Juan, Jesús dijo: «Ahora será el príncipe de este mundo expulsado… el príncipe de este mundo es juzgado.» El autor del libro de los Hebreos está de acuerdo. «…que a través de la muerte (Cristo) podría acabar con él que tenía el poder de la muerte, es decir, el diablo.» Pablo dice que Jesús en la Cruz «hizo una demostración» de los principados y poderes al» triunfar claramente sobre ellos». Y James nos promete que si resistimos al diablo, él huirá.

Ahora, no me malinterpreten. Tal y como Neal Plantinga enseña nuestros centuriones cada año, un enemigo derrotado todavía puede ser un enemigo muy peligroso, de la misma manera que un animal herido sigue siendo muy peligroso.

Por lo tanto, ¿Es realmente tan extraño pensar que Satanás está reuniendo sus fuerzas en el día de hoy? Para nada. Pero dejó que eso nos impulse a ponernos de rodillas en oración, pidiendo fuerza y dando gracias a al verdadero vencedor: Jesucristo.

 

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