Eduard Verhagen apunta a eliminar al niño enfermo tras el nacimiento en lugar de durante la gestación «Certeza total sobre el diagnóstico y un pronóstico más claro», apunta el médico holandés, autor del Protocolo de Groningen

Certeza total sobre el diagnóstico y un pronóstico más claro: es por lo que el médico holandés Eduard Verhagen defiende que se opte por eliminar al niño enfermo tras el nacimiento, en lugar de durante la gestación.

 

REDACCIÓN HO.-  Certeza total sobre el diagnóstico y un pronóstico más claro después del nacimiento. Es lo que esgrime el médico holandés Eduard Verhagen, director de Pediatría de la Universidad de Groningen y autor del Protocolo de Groningen para defender la eutanasia infantil en casos de bebés gravemente enfermos, en lugar de abortar en el primer trimestre si se sospecha una grave malformación.

Verhagen es director de Pediatría de la Universidad de Groningen en Holanda. Pero es más conocido en Europa por la bandera que ha hecho de la eutanasia neonatal, como último método para poner fin al sufrimiento infantil. Médico y abogado, es autor del Protocolo de Groningen: introducido en 2005 en los Países Bajos, es la  guía que utilizan los médicos holandeses para decidir en qué casos se debe aplicar la eutanasia infantil.  Lo originó el caso de una niña con una grave enfermedad de la piel –epidermolisis bullosa– que provoca la aparición de ampollas internas y externas. Los padres solicitaron a los médicos la eutanasia. La solicitud fue denegada y la niña murió tres meses después. La aprobación del protocolo acarreó una tormenta de críticas, denunciando que con ello se abría la la puerta a la generalización de la eutanasia en recién nacidos.

Sus escalofriantes puntos de vista aparecen publicados en un número especial de la revista Journal of Medical Ethics, del que hoy se ocupa ampliamente medios como el diario ABC o la web en inglés onmedica.com: «Para algunos padres la opción de la eutanasia puede ser una mejor opción. Después del nacimiento el pronóstico es mucho más claro y se pueden discutir todas las opciones de tratamiento disponibles, incluyendo la de los cuidados paliativos», escribe  Verhagen en un artículo del que hoy . «Si todas las partes implicadas (padres, médicos, jueces…) concluyen que el pronóstico es muy sombrío y el estado del bebé se juzga como un sufrimiento insoportable y continuo, ¿por qué no se permitirá como una alternativa al aborto?», sostiene.  En ese mismo,  el médico holandés se pregunta cuál es la diferencia moral entre no ofrecer tratamiento o retirar la hidratación y el alimento y la eutanasia.

Verhagen alude a dos encuestas nacionales de mortalidad infantil de 1995 y 2001 para indicar que evidencian que los médicos estaban tomando decisiones para poner fin a la vida del niño por razones «humanitarias» antes de 2005, pero no estaban informando al respecto. En el 1% de las muertes entre los niños menores de 12 meses, durante este período, los fármacos se administraron con la intención explícita de acelerar la muerte, lo que lleva al autor a concluir que se habría terminado con la vida de entre 15 y 20 niños cada año de esta manera en los Países Bajos. Sin embargo, se informó oficialmente sólo de tres.

Criterios de eutanasia

El Protocolo de Groningen establece los cinco criterios que deben cumplirse para tomar una decisión tan grave: un diagnóstico y pronóstico fuera de toda duda, la presencia de un sufrimiento incontrolable y desesperado, una segunda opinión médica independiente para confirmar el primer diagnóstico, el consentimiento de ambos padres y el visto bueno de la fiscalía general para dar seguridad jurídica.

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