Después de negarse a abortar, los padres de bebes siameses dicen que son un «milagro».

Por Nancy Flanders (LiveActionNews) – traducido por CM.
Shellie Tucker y su esposo Greg estaban felices de saber que estaban esperando a su segundo hijo. Tenían un hijo, la pareja tenía la esperanza de agrandar la familia. Lo que no esperaban es que fueran gemelos idénticos, y que un médico les aconsejaría que las abortaran.
A las 20 semanas de gestación, una ecografía de rutina reveló que los bebes de Shellie estaban unidos por el pecho y el abdomen y compartían un hígado y diafragma.
    

 Esta foto y la siguiente: imágenes de una entrevista con ABC Good Morning America / Youtube
«[El doctor] nos pidió ir a ver a un especialista que en ese momento nos aconsejó que abortáramos ‘, Tucker dijo esto en una conferencia de prensa. El médico no creía que las niñas serían capaces de sobrevivir y que entonces era preferible abortarles.

«Mientras que él me estaba diciendo esto, literalmente sentía a las bebes que me daban patadas en mi vientre y yo sabía que abortarlas no era posible,» dijo Tucker.
La pareja se negó a abortar y pidió una segunda opinión.
«Ambos teníamos mucha fe», dijo. «Y creo que en esta situación, se debe tenerla, no importa cual fuese el resultado, iban a salir a delante. 

Pronto se encontraron en el Hospital de Filadelfia infantil, donde los médicos que son reconocidos por haber separado 21 pares de gemelos siameses con éxito. Los médicos en el hospital creían que las niñas podrían sobrevivir y ser separadas con éxito. Amelia y Allison, nacieron en el hospital para niños en Filadelfia.
«Salieron gritando ,» dijo Tucker en Good Morning America. «Fue una hermosa sensación . »
Un equipo de médicos realizó una operación de siete horas para separar a los gemelas cuando tenían apenas ocho meses.
«Es un momento muy dramático cuando las mesas se separan y los bebés también» explicó el Dr. Holly Hedrick, el cirujano principal. «Y es un momento difícil, también, porque antes de la operación, fueron felices. No tenían ningún problema de estar fijados la una a la otra. »
Las niñas tienen ahora cuatro años y su padre habla de «sentir la sensación más maravillosa» el verlas separadas, especialmente l primera vez.
«Estoy agradecida todos los días, no puedo describirlo,», dijo Tucker, llorando. «Miro las niñas y verlas subir por todos lados y hacer cualquier tipo de maldades, no importa lo enojada que esté, yo no puedo sino reírme porque son un milagro absoluto.»