Artículo escrito por el LIC. RICARDO REYES HIDALGO.
Antes que nada quiero agradecer la oportunidad de expresarme en este espacio donde concurrimos los católicos, un lugar donde por lo que he visto se busca defender el derecho básico y primordial que da origen a todos los demás la VIDA; espero y confió en Dios que me ilumine para expresar correctamente lo que es su voluntad, porque estoy convencido que ni la hoja de un árbol se mueve sin su voluntad; mucho menos las tecla de mi computadora, es necesario confesarles a ustedes que no participo de forma activa en grupos católicos en mi parroquia, es decir, profeso mi fe como la mayoría de los católicos, sin embargo he leído sobre nuestra religión y como soy muy analítico, he hecho comparaciones con otras y estoy convencido que estoy en la mejor religión, al estar convencido de ello, he estudiado su doctrina y soy practicante de sus Sacramentos, siempre he sostenido que no se puede amar lo que no se conoce, por eso amo ser católico y junto con mi familia (mis dos hijas menores y mi esposa) tratamos de ser congruentes con los valores del cristiano.
Siempre he creído que el plan de Dios es perfecto y que el Reino requiere de diferentes talentos para crecer y ser fructífero, que es responsabilidad de los hombres y de la mujeres que reconocemos como nuestro Señor a Cristo Jesus; hacer todo para que ese reino se instale en la tierra y no de forma física, sino en el corazón de cada ser humano. La pasividad y la desidia en este trabajo implica ir en contra de la voluntad de Dios, a cada paso se debe dar testimonio de Él porque somos Catolicos; con nuestra vida diaria, les decía San Francisco de Asis a sus discípulos – vayan a predicar el evangelio y si es necesario hasta hablen- esto quiere decir que con nuestros actos se debe dar testimonio, ya que las palabras convencen pero los ejemplos arrastran. En este mismo orden de ideas, si el ideal del católico es llegar a la Santidad debemos imitar a los que ya lo lograron y si no queremos hablar de un santo o santa en particular si podemos identificar las virtudes en común por ejemplo: la oración, la alegría de vivir el evangelio y su tenacidad frente a las adversidades que tiene como base la fe inquebrantable a Dios y a su misericordia. Practiquemos a medida de lo posible las virtudes del santo o santa que mas admiremos y estaremos contribuyendo con algo para la instalación del reino de Dios.
En lo personal por mi formación profesional (Abogado) me inspiran varios pero trato de imitar a Santo Tomas Moro.
LIC. RICARDO REYES HIDALGO.
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