14 de mayo, 2015 (LifeSiteNews) – Cuarenta y seis años después de que Canadá legalizó la matanza de niños en el vientre, casi 25.000 personas se manifestaron en el Parlamento en Ottawa con un mensaje a los canadienses y particularmente a los miembros del parlamento: «Que la vida gane!»
Organizado por el grupo pro-vida Canadiense Campaign Life Coaliton, la 18a marcha anual por la vida se llevó a cabo bajo un cielo soleado, con la sola nota discordante de la ruidosa protesta de seis mujeres del grupo feminista Femen, que rápidamente fueron retiradas por la policía.
La marcha, el evento más grande pro-vida de Canadá, conmemora el «Día de la infamia,» de Canadá cuando la ley Liberal Omnibus de Pierre Trudeau legalizó el aborto en todo el país el 14 de mayo de 1969.
Desde entonces, se estima que 4 millones niños nonatos han sido asesinados por el aborto, o 100.000 abortos anualmente.
En 1988, la Corte Suprema eliminó la ley que del aborto, dejando a los niños en el vientre con ninguna protección legal o reconocimiento en Canadá.
La marcha este año la por la vida destaca otra decisión de la Suprema Corte: la sentencia de 06 de febrero de 2015 que dio a los ministros canadienses un año para preparar un proyecto de ley sobre el suicidio asistido y la eutanasia. Como señaló el cardenal Thomas Collins de Toronto, esta es otra afirmación de «la cultura de la muerte».
La marcha fue dedicada este año a las dos presas pro-vida, Linda Gibbons y Mary Wagner, ambas en este momento en la cárcel de Vanier, Ontario, por haber aconsejado a las mujeres para que no abortasen a sus bebés.
Gibbons se presentará el 15 de mayo delante de un tribunal. Se espera que la corte retire los cargos y la libere. Wagner, quien completará su condena de diez meses a principios de agosto, envió una carta agradeciendo a los organizadores, la cual se leyó a la multitud: «no se trata de ser arrestado o no ser arrestado, no de nosotros sino de esa pobre madre y su hija indefensa a punto de ser asesinada, quienes merecen todo el amor y protección que sus prójimos les pueden dar».
Algunos de los obispos católicos que asisteron a la marcha para la vida son Terrence Prendergast, Fred Colli, Ronald Fabbro, Christian Riesbeck, Marcel Damphousse y Christian Lépine, quien dijo a la multitud: «la medida más grande de una civilización es el lugar que da a los más pequeños.»
Exhortó a los pro-vida a «servir a la vida del más débil, servir a la vida del feto, servir a la vida de las familias… para que la esperanza prevalezca.
Más de 30 parlamentarios, tanto diputados como senadores, también hablaron, incluyendo el ministro jubilado Liberal Pat O’Brien, quien dijo a la multitud que desde su antigua oficina en el Parlamento podía ver las marchas durante todo el año, y que la marcha por la vida fue de lejos la más grande. Dijo que los ministros necesitan coraje porque están bajo una «enorme presión… para que no hablen» sobre temas polémicos como el aborto y la eutanasia.
Jeff Gunnarson de CLC dijo el tema de la marcha » Que la vida gane!»» está destinado a reconocer «el hecho de que los corazones y mentes deben cambiar antes de que las leyes cambien. «.
Gunnarson, dijo que es alentador que la marcha por la vida crece cada año, con más sacerdotes y obispos que asisten, que vuelven a sus parroquias y diócesis revigorizados y dispuestos a actuar en nombre de la vida.